La intuición y el futuro del trabajo en los tiempos de la inteligencia artificial
¿Trabajaremos en el futuro? ¿Qué valor aportaremos? ¿Qué habilidades deberíamos reforzar? Algunas reflexiones muy personales.
¿Seguirá habiendo product managers en el futuro? Lenny piensa que sí (y yo también).
La IA probablemente asumirá algunas responsabilidades, pero será más difícil que reemplace la comunicación delicada, el alineamiento, el ajuste final de las cosas, la inspiración de los equipos, y yo añadiría una más: la intuición.
La intuición es increíblemente importante para el ser humano, pero muy difícil de replicar e incluso aprender. Casi todo el sistema educativo, organizativo y profesional del mundo actual nos lleva por el camino de la vía estructurada y lógica. Se nos enseña a tomar decisiones basadas en datos, a evaluar variables en juego y adherirnos a sistemas de reglas diseñadas para hacer funcionar las cosas. Cinco días para trabajar, dos para descansar, veinte de vacaciones, ocho horas de trabajo, media hora para comer, una hora de entrenamiento, hacer la compra, limpiar, recoger a mi hija.
La vida va pasando así, de un día a otro, con pequeñas cápsulas de satisfacción intermitentes en forma de like o capítulo de Netflix que nos mantienen distraídos. El tipo de trabajo que hacemos en este sistema, y ahora hablaré de producto, es también fundamentalmente analítico. Pide datos, recoge datos, evalúa, itera. Y la realidad es que nuestro valor en esa cadena, comparado con el de una IA capaz de procesar toneladas de datos, va a ser muy limitado. Si nuestro propósito es ese, nos vamos a quedar muy pronto sin propósito. ¿Y qué haremos después?
Nota del 12 de abril de 2024: muy pronto Meta y OpenAI lanzarán Llama3 y GPT5 con habilidades de razonamiento y planificación significativamente evolucionadas
Pero hay mucho más potencial en el ser humano. Los centros emocionales del cerebro –y los nervios alrededor del estómago– llevan evolucionando mucho más tiempo que el lenguaje: dicho de otra manera, sabemos más de lo que podemos contar. La intuición es precisamente un acceso directo de nuestra mente a información valiosa, difícilmente accesible por la vía racional. Hay mucha evidencia de que tomamos mejores decisiones más intuitivas reduciendo el número de variables en una decisión, ignorando cierta cantidad de información. El CEO de Superhuman (Rahul Vohra) explica una idea muy similar para ayudarnos a tomar mejores decisiones de producto: usar un único argumento para decidir.
En cambio, los antiguos modelos de regresión en machine learning o las redes neuronales de los LLMs, por otro lado, funcionan justo al revés: se basan en acumulación de información; cuantos más parámetros, más eficiencia.
Por eso creo que hay lugar para la simbiosis entre máquinas y humanos en el futuro: nosotros aportaremos el caos, la emoción, la intuición, y ellas la estructura y análisis. Si somos capaces de diseñar una nueva manera de trabajar y vivir que nos ayude a explorar estas capacidades estoy seguro de que el futuro será maravilloso. Durante décadas la forma opuesta de ver el mundo nos ha hecho creer que la habilidad más importante que podíamos enseñarle a nuestros hijos era programar. Pero en una entrevista reciente, el CEO de Nvidia, una de las empresas más influyentes en el mundo de IA, recomendaba lo opuesto:
“Everybody who sits on a stage like this would tell you it is vital that your children learn computer science. That everybody should learn how to program. In fact, it’s almost exactly the opposite. It is our job to create computing technology such that nobody has to program. That the programming language is human. Everybody in the world is now a programmer. This is the miracle of artificial intelligence.”
Hoy más nunca creo que es el momento de volver a la raíz, disfrutar de la vida, leer libros, cultivar la sensibilidad artística y nuestra creatividad. Solo así seguiremos aportando valor en el futuro, o al menos hasta GPT6.
Para explorar más sobre la intuición te recomiendo encarecidamente ver esta maravillosa entrevista de Eduard Punset a Gerd Gigerenzer en 2011:
Buenísima reflexión, Fer. 👏
Qué bueno leerte con un café un sábado por la mañana!